17/6/10

Día 116 al 144

Dueños de la victoria, los aventureros ordenaron llevar los cuerpos de los enemigos caídos al norte del bosque y quemarlos, al mismo tiempo, apostaron algunos vigías, y volvieron hacia BosqueBajo, junto con sus hombres, para descansar, vendarse las heridas, y festejar el resultado de la batalla.

Durante un día y una noche entera se festejó, entre bebidas, canciones, mujeres, cantos, alabanzas, agradecimientos y lágrimas por los caídos. Garaf, Duôr y el clérigo tomaron más que nadie: para el final de la noche, el enano se mantenía en pie mientras sus dos camaradas de bebidas estaban desmayados. No solo eso, sino que terminó la noche en la placentera compañia de no una, sino dos bellas damas.

Por la mañana, casi todos los presentes estaban dormidos, ahogados en alcohol. El clérigo se despertó, y lo primero que se le cruzó por la mente fue robarle la mandolina a uno de los músicos dormidos. Borrachera y robo, su deidad estaría complacida. Despidiéndose de Gloranda y el resto del pueblo, y prometiendo regresar, decidieron viajar hacia el sur, a Suno, para vender y comprar, y descansar un poco de las tierras salvajes. El viaje transcurrió sin problemas. Antes de cruzar las puertas, los guardias revisaron el cargamento de su mula y su carreta, pero pasaron sin problemas. Una vez adentro, mientras paseaban por el mercado de la cuidad, una zona llena de pequeños puestos y tienditas que vendían desde chucherías hasta supuestos componentes mágicos, un hombre vestido de manera costosa apuntó al clérigo con su dedo, gritando "¡Es él!¡Ese es!¡Atrapenlo!", de entre la multitud salieron cinco hombres de aspecto bruto y de grandes cuerpos, tenían cachiporras en sus manos. El pícaro, que se había quedado atrás mirando unas cosas en un puesto, disimuló y se mantuvo al margen del combate. Los demás desenvainaron sus armas y combatieron a los brutos.

La pelea duró poco, y en menos de un minuto los cinco hombres yacían en el suelo inconscientes, uno a punto de morir a causa de un hachazo, gentileza de Thoriom. El clérigo lo mantuvo con vida lo suficiente como para llevarlo luego al doctor más cercano. Cuando los corpulentos combatientes empezaron a desfallecer, el hombre de las vestiduras costosas echó a correr entre la multitud, pero el elfo ya tenía el arco en la mano, y una flecha pronta para el vuelo, la cual pareció penetrar en la parte trasera del pie del hombre. Así y todo, siguió intentando escapar. Thoriom lo siguió, pero el humano conocía bien las calles y las callejuelas, y se perdió en la multitud.

Los aventureros terminaron interrogando a uno de los brutos, quien les confesó que ese hombre los había contratado para capturar al clérigo con vida, les rebeló el nombre de su empleador. Esa noche, se hospedaron en una de las posadas del lugar, y apostaron y tomaron durante un buen tiempo con otra compañía de aventureros, también preguntaron por el hombre que había intentado secuestrar al clérigo, y les dijeron que era un mercader medianamente importante, perteneciente al gremio que controlaba la ruta hacia el norte, hacia Mence. Esa misma noche fueron a darle una visita, y luego de un poco de exploración y escalada por parte de Garaf, y de un ingenioso engaño, lograron entrar en el edificio del gremio. Terminaron discutiendo con el mercader, quien les dijo que sabía de buenas fuentes que el clérigo había liderado una cantidad de ataques contra sus caravanas hacía poco. Ellos les dijeron que era imposible, ya que habían estado entrenando y combatiendo en BosqueBajo. Como era de esperar, el mercader no creyó una sola palabra, y solicitó testigos, por lo que el elfo y Piel tuvieron que cabalgar hasta BosqueBajo y traer a Gloranda y a uno de los oficiales al mando de las fuerzas reales para servir de testigos. Finalmente, el asunto se dió por concluido, con el mercader ofreciendo sus disculpas y pagandoles algunas monedas por las molestias. Piel estaba muy entusiasmado con una brutal guadaña que compró a un simpático herrero local.

Volvieron al norte, con Gloranda y el oficial. Cuando llegaron a BosqueBajo tuvieron que insistir varias veces para convencer a los locales de que no querían festejar nuevamente, que tenían cosas que hacer. Asi que partieron hacia las colinas, en búsqueda del monasterio, buscando revancha de los esqueletos que unas semanas atrás los habían vencido. Cruzaron el bosque que estaba al norte de BosqueBajo , y justo antes de llegar a su fin, fueron atacados por una banda de huargos, unos cinco de ellos.

Batalla en el bosque contra los huargos.

Fue una lucha dura, Piel intentó hacer unas cargas con su caballo y su lanza, pero el terreno boscoso e inclinado de a ratos se lo hizo imposible. Terminaron ganando, pero estaban algo heridos, cansados, y más que nada sobresaltados, ya que no esperaban ser atacados por nada ni por nadie tan cerca de BajoBosque.

2 comentarios:

  1. Son verdades que no te podía ocultar.
    Al contrario, gracias a vos; yo pensé que el mito de los enanos era una mentira, y al final termino con 2 putitas el loco (?).

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  2. ese es mi picaro loco!!
    el unico en pie con las bebidas y con 2 mujeres
    que mas puedo pedir jaja
    ya lo quiero volver a ver a mi pequeño lunablanca

    gracias por la fotico de la batalla que ta muy buena, para seguir recordando desde aca como se hacen las cosas jaja

    ya 30 dias para mi regreso al campo
    espero que la campaña esa sea de las buenas jaja

    saludos a todos

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